córcega

lo bueno de febrero es que aunque no se esté de vacaciones se está de vacaciones igual. que pj saca un disco y se tiene tiempo de sobra para escucharlo 200 veces seguidas, o que puedes ir a un recital con short y polera o, a la salida de uno, encontrarte con un taxista allendista --¿el único taxista no facho de santiago?-- que te pregunte sobre qué cantan los músicos que fuiste a ver. (¿sobre qué cantan?, qué pregunta del orto, no lo sé, le llaman posmodernismo, dicen, no sé, igual hace un par de semanas fui a cantar la voz de los ochenta con j.g. y me emocioné porque j.g. es, finalmente, el chileno que mejor leyó a faucault y a bourdieu y quizás a cuántos más, y acá en m.m. dobla a la derecha plis).
a propósito: cuando fakuta saque su disco, la crónica debiera comenzar con la estupenda historia de la cuarta laura palmer, o la verdadera tercera laura palmer, que vendría a ser lo mismo.