"Su madre, al igual que miles de otras madres en Alemania, solía decir: "Ungeschickt lässt grüssen" ("La torpeza te envía sus saludos") cuando ocurría una de las inumerables pequeñas catástrofes de la infancia. Y el niño sabía a qué se refería. La madre hablaba del "jorobadito", quien hacía que los objetos jugaran feas bromas a los niños. [...] Y después del niño vino el aldulto que conocía aquello que el niño todavía ignoraba, es decir, que no había sido él quien había provocado al "pequeñito" al mirarlo (como si hubiese querido ser el niño que deseaba aprender qué era el temor) sino que el jorobado lo había mirado y le había traído mala suerte".
Arendt sobre la suerte de Benjamin.
cosas para matar el tiempo
sábado, agosto 28, 2010
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