cosas para matar el tiempo

martes, junio 29, 2010

hacia una fenomenología del gol

"Aquí perdiste, modernidad. Aquí fallaste, espíritu clasista. Aquí no entras, conciencia de culpa cívica. En materia de futbol las clases se borran y no da vergüenza, al contrario, ser abiertamente nacionalista. La blasfemia que era rito de expiación deviene vanagloria indispensable. El miércoles 11 de junio México le ganó a Iraq 1 a 0, y lo más agresivo de este nacionalismo alcanzó el clímax en torno a la columna de la Independencia, y habló a través del vandalismo, de la mutilación de estatuas, del ataque a los bomberos que rescataban falsos niños héroes, de los saltos al vacío de chovinistas inconscientes (y que así quedaban), de los sarapes y bigotes que adornaban y desolemnizaban a las estatuas del Paseo de la Reforma, de la manta ansiosamente obscena : “México es la verga”. Allí se estableció la Nación del Reventón, cuya única regla es el libre juego para el gozo, y cuya única exigencia es la impunidad. Cinco días y muchos artículos reflexivos después no han infundido serenidad en la rijosa alma colectiva. El nuevo nacionalismo se despliega bajo una sola condición: es intransferible, no se repetirá a beneficio de la política, es sólo válido en ocasión de victorias en una Copa Mundial, nació para desaparecer de inmediato y su consecuencia más temible será la negativa a entenderlo".
C.M.

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esto no es una salida

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