desde el extaño pedestal moral que le otorga la renuncia a un buen trabajo, elei cree:
1. que la comodidad de su casa no es comparable a nada que haya tenido en su vida.
2. que espera sus anteojos de super héroes que les mots et les choses le acompañó a comprar allá en mac iver. la apuesta era: qué bajista de segunda línea de banda indie pareces. la diferencia moral (ay, de nuevo se me salió) es que la ceguera es --lamentablemente-- real.
3. ¿no se sienten putamente bien?
3.1. debe ser lo de guy blackman. el australiano amigote del gran jens l.
4. a veces elei sueña que surfea y que su piel es dorada y que protagoniza una de esas novelas australianas que daban en el 13 hace más de 10 años.
5. sueña de todo la verdad, elei. pero jamás de los jamases ha soñado con una oficina. y eso --dígame si no-- en alguna cultura superior debe ser alguna clase de presteza moral (y ay sí, se me salió de nuevo).
cosas para matar el tiempo
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1 comentario:
Ay. No podria estar mas de acuerdo contigo... El estar en casa es priceless.
bienvenida de nuevo! se le extrañaba, la verdad
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